“Conozca al nuevo ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami”, escribió Kozak en Twitter. “Sancionado, acusado y buscado por tráfico de drogas”, prosiguió y auguró que, “con estas calificaciones, será más de la misma mala gestión y corrupción, cuando lo que más necesitan los venezolanos es un sector petrolero que funcione”.
Maduro realizó el lunes una leve reestructuración de su Gobierno y situó a El Aissami como nuevo ministro de Petróleo, en sustitución del general Manuel Quevedo, que llevaba en el cargo desde 2017.
El Aissami, sin embargo, no asumirá el control de la petrolera estatal, PDVSA, cuyo presidente solía coincidir con el ministro de Petróleo. Quevedo cederá este puesto a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez.
Además, Maduro ordenó “la supresión del Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Refinación y Petroquímica del Ministerio de Petróleo, cuyas competencias serán transferidas al o los Viceministerios del Poder Popular de Petróleo competentes por la materia, según corresponda”.
El presidente venezolano encargó expresamente a El Aissami “la reestructuración y reorganización del Ministerio de Petróleo, a los fines de adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad energética nacional y proteger la industria ante la agresión multiforme, externa e interna, que se ejecuta para afectar la producción y comercialización petrolera del país”.
Estrecho colaborador
El Aissami es uno de los hombres fuertes del Gobierno de Venezuela. Diputado, gobernador y ministro con Chávez, se incorporó al Ejecutivo de Maduro con el arranque de 2017.
El ahora ministro de Petróleo es uno de los 15 chavistas, Maduro incluido, acusados de “narcoterrorismo” por el Departamento de Justicia de EE.UU. por aliarse con la ex guerrilla colombiana de las FARC para “inundar” de cocaína el país.